¿Es malo estar solo?

¿Alguna vez te has sorprendido comprobando si tienes mensajes en el teléfono móvil mientras estabas cenando en un restaurante o echándole un vistazo rápido a las redes sociales cuando se supone que deberías estar trabajando? Con la prevalencia de la comunicación instantánea, nos estamos acostumbrando a vivir conectados a otras personas prácticamente las veinticuatro horas del día, todos los días de la semana, y buscamos esa conexión siempre que se presenta la ocasión.

Podemos sentirnos conectados cuando vemos a otras personas activas también en las redes sociales, pero ver las «publicaciones destacadas» de otras personas, rodeadas de amigos y con multitud de risas y «Me gusta», suele dejarnos una sensación de vacío con respecto a nuestras propias vidas. De hecho, puede hacer que nos sintamos bastante solos.

Los seres humanos somos animales sociales: florecemos con la energía de las conexiones sólidas. Lo natural es que nos guste compartir nuestras experiencias con otras personas y que establezcamos vínculos con quienes nos ayudan y nos quieren. Cuando no tenemos dichas cosas o cuando creemos que otras personas disfrutan de ellas sin nosotros, suele ocasionarnos sentimientos de pérdida y rechazo.

De manera que es comprensible que la idea de estar solo en ocasiones se considere algo malo. Pero ¿acaso no tiene ventajas pasar tiempo a solas?

El desafío de estar solo

Es importante recordar que no es lo mismo «estar solo» que «sentirse solo». Algunos días puedes deleitarte de tener ocasión de pasar un tiempo a solas, mientras que en otras ocasiones puedes sentirte solo incluso rodeado de gente.

La soledad la provoca una falta percibida de conexión social que genera un desajuste entre nuestras expectativas de las relaciones sociales y la realidad de no sentirnos parte del grupo. Por desgracia, en ocasiones esto puede llevarnos a buscar relaciones que pueden no satisfacernos plenamente con el único cometido de evitar la incomodidad de estar solos.

Aunque a veces podemos optar por estar solos por decisión propia, un aislamiento excesivo puede resultar nocivo para nuestra sensación de bienestar emocional. Pasar demasiado tiempo a solas puede desencadenar sentimientos de ansiedad o depresión y puede hacer que nos resulte más difícil hacer acopio de energía para buscar la felicidad y el sentido a lo que hacemos.

Estar solos también puede tener efectos negativos para nuestra salud física y desembocar en una alimentación descuidad, la falta de sueño y de ejercicio físico, e incluso afectar a nuestro sistema inmunitario.

Pero la buena noticia es que podemos tomar acciones positivas para remediar estos sentimientos. Basta con esforzarnos un poco, salir a la calle y conectar con personas para nutrir las relaciones que tenemos con ellas.

Los beneficios de la soledad

Para muchas personas, disfrutar de ratos de soledad es un auténtico regalo del cielo. Las personas introvertidas, sean tímidas o no, disfrutan pasando tiempo a solas para recargar las pilas y restaurar su conexión consigo mismas.

Tanto si te consideras una persona introvertida como extrovertida, pasar tiempo a solas te brinda la oportunidad de conocerte mejor y descubrir tu cometido en esta vida. Descubrirás que pasando tiempo a solas eres más capaz de entender tus pensamientos y deseos internos y, a su vez, de mejorar tu inteligencia emocional.

Si te sientes cómodo en tu propia compañía, puedes nutrir tu independencia para poder ofrecer más cosas a tus relaciones. Disfrutar de tiempo a solas te ayudará a valorar más el tiempo que pasas en compañía y hará que no te sientas agobiado por el exceso de obligaciones sociales.

Además, una vez eliminadas las presiones e influencias externas puedes concentrarte en tus propios intereses y te resultará más fácil redescubrir tu creatividad e intuición.

El cerebro necesita equilibrio

De manera que, para prosperar, necesitamos pasar tanto tiempo a solas como tiempo en compañía de otras personas. El equilibrio perfecto en tu caso puede diferir del de otras personas: cada cual debe encontrar la fórmula con la que se siente a gusto.

Entender la diferencia entre estar solo y sentirse solo y lo que cada una de estas cosas significa para ti te permitirá cuidar de la persona más importante de tu vida: tú.